Me llamo Michael Clayton y soy un pringao

Hoy he visto «Michael Clayton», que tiene unas cuantas candidaturas a los Óscar, y me ha parecido una peli bastante floja con un envoltorio bastante funky.

Funky, porque ahora resulta que meterse con las multinacionales es el colmo de la irreverencia y el progresismo. No es que esté mal de intenciones, puede que así se gane el apelativo encantador de «antiamericano» por parte de algunos necios, pero esta peli tiene tanto de osada como yo de evangelista.

Nada.

Michael Clayton (George Clooney) es un hombre que trabaja en un bufete, pero que en vez de ejercer el derecho es un cobrador y una especie de Sr. Lobo en horas bajas; se supone que soluciona problemas pero en la peli no soluciona ninguno.

O sea, que su personaje aparece definido como bastante funky también pero luego es un pringao. Si es que alguien con esa facha puede parecerlo. (George y yo nos parecemos, y yo en caso de llevar un pringao, lo llevo exclusivamente por dentro…)

Al final se intenta una especie de reflexión sobre la integridad y ser fiel a la justicia, y bla bla bla, pero no cuaja. Es una peli que parece uno de esos móviles rotos. Por fuera está intacto, pero si lo sacudes, tiene un montón de piezas sueltas y no sirve de gran cosa.

¿Alguien me puede explicar qué tiene de especial esta peli tan anodina?