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El blog de Escrito Por: guionista y, sin embargo, humano..

La red social: no nos flipemos

Bueno, pues ya he visto La red social o «la película del facebook» que es su título a pie de calle. Pero tras salir del cine y pensar un poco en ella me he dado cuenta de que su título es bastante banal. Porque aquí el facebook es lo de menos. También podría llamarse «Chanclas en la nieve» o «Cachorros de Harvard» o «Emprendedores del copón» o «Sueño americano.net».

Cuando se empezó a oír eso de que estaban haciendo una película sobre facebook muchos se preguntaron «¿se puede hacer una película interesante sobre un programa informático?». Y es así como el escepticismo se convierte en ingenuidad. ¿O acaso es Scarface una película sobre la cocaína? No, es sobre un tipo que jode todas sus relaciones. Un poco como este Mark.

De todas formas, cuando apareció el nombre de Aaron Sorkin ese escepticismo se suavizó en el caso de unos pocos. Y finalmente llegó el supernombre molón, David Fincher of course, y entonces la cosa se disparó. Todo el mundo quería verla. Todo el mundo quería que le gustara.

Y ha gustado.

A mí también. Pero supongo que con esta introducción tan larga ya os habréis dado cuenta de que no me parece la obra maestra que he oído por ahí que es (justamente, mientras repaso el post veo que Sergi le ha puesto un 10). Y sin embargo yo ni siquiera he tenido la sensación de que estuviera viendo algo nuevo. Porque si nos olvidamos del facebook y nos concentramos en la peripecia y en las emociones de los personajes, ¿qué es lo que tenemos? Tenemos algo tan manido como esto (A PARTIR DE AQUÍ SPOILERS):

Un par de amigos crean algo juntos, vease una empresa, un grupo de rock o una fórmula matemática. Pero claro, aunque los dos son los padres del invento hay uno que es más padre que otro. Uno que aporta más cantidad de talento y otro que aporta más practicidad. No sé, digamos que uno es John Lennon y el otro es Paul McCartney. O para que quede más claro: Mark Zuckerberg es Pedro Almodóvar y Eduardo Saverin es su hermano Agustín. Por ejemplo. El caso es que aquí en la película son dos chavales de esos que dividen el mundo entre perdedores y ganadores. Sabemos que existen esa clase de chavales porque los hemos visto en 100.000 películas norteamericanas, yo de lo contrario no me creería que existen especímenes así. Volviendo a la película: a los chavales les ocurre lo normal, que gracias a su invento pasan de loosers a tirarse pibones en el baño de un bar. (Lo normal. A mí me ha pasado. ¿A ti no?) Se convierten en los más guays de la uni. Hasta aquí nada nuevo, ¿verdad? Pues sigamos: aparece el malo. El lobo con piel de cordero. Yoko Ono, que en este caso no es la novia oriental de uno de ellos, sino Justin Timberlake en el papel de Sean Parker, un embaucador advenedizo que quiere arrimar el ascua a su sardina y para poder arrimarla a gusto no se corta en darle con un palo muy gordo en la nuca al elemento más prescindible del duo. Es la codicia personificada que se interpone entre los dos amigos. Y entonces viene la traición del que es el más talentoso pero el menos íntegro de los dos amigos. Esta traición es el corazón de la película. Aquello para lo que nos han estado preparando durante una hora y media. Una traición largamente anunciada, porque todo se cuenta a modo de flashbacks desde el juicio en el que se enfrentan los dos ex-amigos, al igual que la subtrama de los gemelos. Al final, el protagonista, el talentoso, se queda solo y milmillonario, con un Rosebud entre las manos que es la tecla F5 de su ordenador y que significa que él en el fondo lo que quiere es que le abracen por las noches y le hagan mimitos.

Me encanta ese final, por cierto.

Y como ya he dicho, me gusta la película pero no sé, también me ha sorprendido lo convencional que es. ¿O me he vuelto loco? Y soy el primero que piensa que las películas, las historias, no tienen que ser super originales para ser hermosas… Pero coño, si estamos juzgando una supuesta obra maestra, exijámosle un poco más, ¿no? El personaje que interpreta Justin Timberlake, por ejemplo, parece un malo sacado de Gossip girl.

Sí que me quito el sombrero en cambio con la magia ejercida en el personaje protagonista: cuantas más maldades lleva a cabo más carismático se hace. Creo que gracias a esta peli a Mark Zuckerberg van a salirle más fans de los que ya tenía. Qué acierto de casting darle el papel a Jesse Eisenberg. Un tipo con esa cara y ese aplomo me caería bien aunque me diera una patada en la nariz. Me encanta la insinuación de que fue él quien hizo correr el bulo de la gallina y también el que llamó a la policía para que se presentara en la fiesta. Ese es el tipo de cosas que enriquecen.

Resumiendo: que es una buena película pero lo he hablado con mi tatuador y hemos decidido que La red social no es el título apropiado para mi omóplato izquierdo.

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14 pensamientos en “La red social: no nos flipemos

  1. Phil Hartman en dijo:

    Looser se escribe loser.

    Y me he hecho fan de la peli en el mismísimo Facebook.

  2. Si no hubiera estado dirigida por Fincher, y fuera exactamente igual, nadie se hubiera fijado en ella. Y los que la hubieran visto se habrían olvidado de ella al salir de la sala.

  3. soy de la vulgar mayoría; tengo facebook y rajo del facebook.
    a parte, amo (bastante) a fincher por algunas cosas que ha hecho.
    pero me parece inocente pensar que fincher es el único motivo de éxito de una peli sobre un tipo que maneja 500 millones de usuarios y que con 26 tacos tiene billones de esos con B en su cartera.
    eso si, con fincher la historia se cuenta bien, con su dosis de espectáculo comedido y esa narrativa extremadamente americana, de la bien hecha.
    tal y como está el panorama esto ya es mucho…

  4. ¡Hala, ya estamos con los spoilers! ¿Tanto te hubiera costado hacer la crítica sin haber visto la peli? 😀

  5. Al Swearengen en dijo:

    Le envidio, querido Escrito. Lo del cuarte de baño me ha pasado en alguna ocasión, pero no eran pibones.

    La peli me encantó y el Facebook me importa una mierda.

    Post cojonudo, por cierto.

  6. Niño Melón en dijo:

    Pues a mí me flipó. Y me parece que hace crecer mucho más la peli Sorkin que Fincher. Y sí, son conflictos reconocibles, pero no pasa nada.

  7. Mario Biondi en dijo:

    ¿Y eso, Al…? ¿Con qué fue entonces lo del baño? ¿Con una cabra?

  8. Al Swearengen en dijo:

    ; )

  9. ¿Alguien me puede explicar qué significa eso que ha puesto Sweaerengen, » ; ) » ?

  10. Estrellita Castro en dijo:

    ¡AAAAYYY…! ¡Es que tié esa mirada mi Alito Swearengen que no se pue aguantar!

  11. Al Swearengen en dijo:

    Estrellitaaaaaaaaaaaaa
    Levothroid, que bueno verte por aquí.

  12. INSOPORTABLE en dijo:

    ME COSTO VERLA, ENCONTRE EXELENTE LA DIRECCION, PERO INSOPORTABLE EL TRATAMIENTO, PIENSO QUE LA REALIDAD SUPERA LA FIXION, MI PENSAMIENTO VIENE DESDE EL LUGAR DE LA FUNCION DEL PIRATA, Y QUE SIEMPRE TERMINA USADO POR EL CAPITAL, ES GENERAR A TRAVES DE LA CORRUPCION LA OPORTUNIDAD DE VULNERAR EL SISTEMA, NAVEGAR EN INTERNET ES COMO NAVEGAR EN LOS MARES DEL CARIBE DE JACK SPARROW, SIEMPRE BUSCANDO LA OPORTUNIDAD, Y DONDE LA INFORMACION ES EL BIEN PRECIADO, LA TUYA, LA MIA, LA DE TODOS, DE DONDE VIENE EL CAPITAL, POR QUE SE INQUIETA EN ESTA RED, QUE TIENEN QUE VER LAS SUPUESTAS AMENAZAS DE TERRORISMO, POR ESO LA ENCONTRE INSOPORTABLE, VACIA, Y LEJOS DE CONTAR UNA VERDAD, DE LO QUE UNA SIMPLE APLICACION DE INTERNET PUEDE LOGRAR Y OBTENER DE TI, Y DE TODOS

  13. Mark zuckerberg! en dijo:

    la pelicula es una masaaaaa!! esta sarpadaaaaaaa!!! ademas, soy fan de la programacion y el pibito que interpreta a mark lo hace bien, aunq,! aguante eduardo loco!! se estaba matando para ganar plata con la empresa y lo re cagaron!!! XD

  14. Hernando Harb en dijo:

    Es una cadena de escenas verborrágicas menejada por lo heroicos montajistas Kirk Baxter y Angus Wael. Lo llamativo es que la dirigió David Finsher, el mismo de «Seven» (Los 7 pecados capitales» , 1995)guión de Kevin Spacey; «El club de la pelea»,(1995) y «Alien 3» /1992).Lo que demuestra que es un artesano: le dan un guión escrito, lo sigue puuntualmente y el resultado es bueno; le dan un mal guión y el resultado es malo.Como a otros realizadores de la decaída cinematografía norteamericana.
    Esta una conversadísima historia de un joven de la Universidad de Harvard que se introduce en la red social de las computadoras. Como sube las imágenes de una fiesta subida de tono, es sometido a un tribunal con las autoridades claustro. El abusivo montaje paralejo perjudica el seguimiento del relato: entre spams, páginas web robadas, fotos subidas sin permiso, filmaciones incómodas publicitadas en el diario cibernético, correos no deseados y demás frioleras ya actualidas (y dominadas, salvo por autoridades gubernamentales) el espectador se somete a una disloga conversación múltiplr que provoca más bostezos que un filme de Fra West sin balas ni caballos.
    Dicen que se intentó hacer una biografía no autorizada del creador de Facebook. No se lo cree nadie.Lo que resulta asombroso es que el filme esté nominado al Oscar. Es verdaderamente desde su inicio (una larga conversación entre el alienado adicto a la computación) y una linda chica, en la que se mezclan los progresos de China, las competencias universitarias por dominar la computación, y una ausencia de amor no sólo por el prójimo sino por alguna chica cansada de ver crear alternativas denominadas «facebook» y comunicarse a través de e-mails.
    Lo peor es que al filme le sobran (y no exagero) tres cuartos de diálogos del libreto mal adaptado.
    La comclusión: El director es un artesano, empleado de Columbia Pictures. Jamás será un creador.Está lejos de ser un Welles, un Ford Coppola, un Scorsese, un Eastwood.
    La magia de la creación no es para él.Se le impuso el mercantilismo.Si le dan un Oscar es que los de la Academia son socios de Facebook.

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