Escrito Por

El blog de Escrito Por: guionista y, sin embargo, humano..

Irina Palm

Ayer quedé con un amigo para ir al cine. Queríamos ver This is England, una peli de macarras, que es un género que adoramos. No nos podíamos creer la cantidad de gente que esperaba frente a la taquilla para ver esa misma película. Para los que dicen que el cine está crisis: que se pasen por la calle Martín de los Heros de Madrid un domingo por la tarde. Verán a la mediana edad en acción, clavándose los codos unos a otros, peleando por ver una película de macarras en versión original subtitulada.
A los dos minutos de guardar cola la sala ya estaba completa. Entonces mi amigo decidió que veríamos Irina Palm, cosa que me extrañó pero a la que no puse ninguna objeción. Mientras esperábamos oímos la conversación de unas señoras que estaban en nuestra misma situación.

– Irina Palm… ¿de qué va? Si es una película de niños que pasan hambre o calamidades no quiero verla – decía una de ellas.

Mi amigo, que es muy amable y siempre ha tenido vocación de servicio público, tuvo que intervenir.

– No se preocupe, señora. Ésta va de pajotes

Efectivamente, Irina Palm es una película que describe un hábito sexual novedoso para mí. No me refiero a los pajotes, si no al de meter la colita por un agujero de la pared para que una persona desconocida que está al otro lado pueda toquetearla.

Llamádme loco, pero me parece una buena metáfora de la relación que se establece entre los creadores y su público.

«Yo he creado este salchichón, oiga, no sé quién lo va a degustar. Pero espero que me reporte múltiples beneficios y que, a quien se lo coma, le guste».

Este ejemplo vale para un carnicero, pero lo que un creador pone en juego no es un trozo de carne sin vida, sino algo tan querido y delicado como lo que meten los clientes de Irina por el agujero. Y en vez de caricias, te puedes llevar un mordisco.

(¿A que es chula la metáfora? Espero que no me cierren el blog por guarrete)

La protagonista, Maggie (sorprendente Marianne Faithfull), es una señora de clase media que ha llevado una vida de lo más convencional. El problema económico generado por la enfermedad de su nieto, hacen que Maggie se convierta en Irina Palm, la mejor «azafata de agujeros» (¡toma eufemismo!) de los bajos fondos londinenses.

Confieso que mi favorable opinión sobre la película está muy contaminada por las circunstancias tan tiernas en las que la vi: rodeado de señoras como Maggie, que reían con disfrute y no sin cierto nerviosismo, las escenas en las que ella aprende el oficio. Al fin y al cabo, ¿qué no harían ellas por sus hijos y por sus nietos? Toda esa parte está muy bien contada, y resulta creíble. El espectador se va convenciendo, al mismo tiempo que Maggie, de que el trabajo no está tan mal y de que la dignidad es casi como un objeto decorativo que cada cual pone donde quiere.
Todo lo demás, se me hace previsible. Parece como si se hubiesen gastado todo la pasión en desarrolar la premisa -el ama de casa que entra a trabajar en un local de alterne- y que las tramas secundarias con el hijo y las amigas estén ahí un poco por obligación, por seguir las pautas de ese tipo de películas en las que alguien hace algo fuera de lo común y es rechazado por su reaccionario entorno (mensaje a lo Billy Elliot, ya sabéis). Nada nuevo bajo el sol.

Dicho de otro modo: no será mi película para todo un año, pero pienso que merece la pena. Como pensaría Irina Palm al ver por primera vez lo que salía del agujero: Why not?

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7 pensamientos en “Irina Palm

  1. Lola (viola) en dijo:

    Una duda, ¿cómo es que elegiste la viola como instrumento para tus actrices?
    No deja de resultar curioso, y a la vez alagador, que prefirieras la viola por encima del violín (que realmente es el instrumento que todo el mundo conoce y el que siempre se lleva los «laureles»……)

    Muchas gracias

  2. Mercedes en dijo:

    Yo también la he visto y me ha encantado. Es una historia que se presta a la truculencia pero está tratada con mucha delicadeza y humor. Y ella es una pedazo de actriz.

  3. Es que Aitor es mucho Aitor…
    qué bien que cuentes estas cosas en el blog…me encanta seguir la preparación de una peli de cerquita…

  4. Mr. Pepe en dijo:

    No me encantó pero estoy del todo de acuerdo en tu valoración y me has ganado con la analogía. «Codo de penista», ja, ja.

  5. Elegí la viola porque no es un instrumento tópico, porque ocupan un lugar ambiguo en la orquesta, en una especie de «tierra de nadie» que quizá nadie sabe valorar en su justa medida… Igual que mis protagonistas en la vida.También porque el violín, con perdón y con todo el respeto, me parece un instrumento más «histérico», más de llamar la atención… Y aunque una de mis protas es bastante llamativa, quería igualarla a su amiga, que tiende a pasar desapercibida, y la viola era una buena posición para las dos.. Y bueno… porque mi chico toca el contrabajo y me gustan los instrumentos un poco «marginales» pero escenciales.

  6. Lola (viola) en dijo:

    Gracias por tu contestación.

    Me encanta que hayas elegido la viola, que ya es hora de que alguien nos haga caso!! Jejeje.
    Además, y como tú bien has dicho, la viola es un instrumento que nadie tiende a valorar pero que es indispensable dentro de una orquesta. Y, sin animo de ofender a nadie, con un sonido mucho más acogedor y cálido que es de los violines 🙂
    A ver si a partir de esta peli la gente «de a pie» comienza a conocer la existencia de las violas!

    Un saludo

  7. Virginia (viola) en dijo:

    Querida Daniela, no había descubierto este blog todavía, a pesar de que me siento un poquito partícipe en este maravilloso proyecto que estás llevando a cabo y para el que te deseo tanto a ti como a ese estupendo reparto y toda la gente que está trabajando en él, lo mejor de lo mejor.

    Como nuestra amiga Lola bien dice, te agradezco en nombre de todos los que hacemos música con este instrumento tan bello como desconocido, que hayas tenido el detallazo de elegirlo para tu película.

    Ah, se me olvidaba…. el trabajo que me has encomendado ya está empezando a dar sus frutos…

    Uh saludo

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